¿Cómo te sientes en tu primer papel protagonista para Hollywood?
Es un lujo, un regalo. El papel es la bomba, dirige Ron Howard y Hans Zimmer va a hacer la música. Todo es muy impresionante, muy grande. Disfruto mucho, es algo muy diferente a lo que he hecho hasta ahora. Me causaba ciertos nervios, porque es raro interpretar a un personaje real cuando aún vive. Ha sido extraño conocer a Nikki, hablar con él, descubrir su vida e interpretarle.
¿Has aprendido a pilotar bólidos? Ya sabes cómo acabó Lauda...
Seguro que no soy tan bueno como Nikki, pero hice un cursillo de Fórmula 3 antes del rodaje. Trabajamos con coches de verdad, pero solo los llevan pilotos profesionales porque son originales de los setenta y valen un pastón. Nosotros podemos llevar las réplicas, que también son bastante rápidas, hay secuencias en las que conducimos de verdad. Habría sido horrible interpretar a un piloto y que te cortaran cada vez que entras al coche. Muy cutre.
Acabas de presentar una película española en Málaga, The Pelayos. ¿Sigues interesado en trabajar aquí?
Siempre ha sido un sueño. Es un cine que me gusta mucho porque es muy diferente al que hacemos en Alemania y con Salvador tuve suerte. La gente me considera un actor de aquí y me dan papeles de español o de catalán, es un gran privilegio. La nominación de este año para el Goya [por Eva] me llenó de orgullo.
En todo caso, te mueves mucho profesionalmente por Europa. Si llega el momento de saltar a EE UU, ¿te ves con ganas de irte a Los Ángeles?
Me siento muy europeo. Eso respondo cuando los americanos me preguntan por qué no quiero vivir allí. Sinceramente, nunca he pensando en trasladarme. Si tengo que ir, disfruto de la ciudad durante dos semanas, pero después echo de menos Europa. Me encanta sentarme en el avión y en una hora estar en otro país con una cultura completamente distinta.
He oído que para el casting de la película Inglourious Basterds tuviste que hablar español porque no dominabas el francés. Aún así Tarantino no se enteró.
Hablo francés bastante bien, pero algunas palabras, las más complicadas, no las sabía y las dije en español. Fue una mezcla entre francés y español, pero estaba seguro de que iba a colar. Y coló, porque los americanos no hablan ningún idioma a excepción del suyo. Solo español habría sido muy descarado...
¿Crees que se te recuerda demasiado por Good bye, Lenin! todavía?
Me ha marcado mucho, pero no es un lastre. Si no la hubiese hecho, no estaría donde estoy y muchas cosas no habrían pasado. Fue una suerte enorme tener uno de esos hits al principio, aunque años después la gente te siga hablando de ella. Ahora, en otros países como Brasil o Islandia, me reconocen por Inglourious basterds aunque no tenía un papel principal. Pero como a Tarantino lo ve todo el mundo... Creo que llegará un día en el que Good bye, Lenin! será tan, tan del pasado que me hablarán de otras películas.
En ciertas temporadas se te ve mucho por Barcelona, ¿tienes una residencia fija o vienes solo por trabajo y ocio?
Tengo un piso en Gràcia, que es como un pueblo pequeño. Quería uno en Barcelona porque echaba mucho de menos no tener un lugar propio. Siempre me sentía como un turista o alguien de paso y quería instalarme aquí después de haber estado mucho tiempo en Berlín. Lo añoraba. Añoraba muchas cosas. Quiero escaparme a menudo a España y a Barcelona.
¿Tus rincones de Barcelona?
Muchos, la ciudad en general me encanta, los barrios son muy diferentes, yo qué sé... ¡es que hay tanto! Hay pocas esquinas que no me gusten. Aunque no sea muy grande, siempre hay rincones aislados. Mi madre vive cerca del parque del Putxet, un lugar fantástico donde apenas vive gente y tienes unas vistas espectaculares. De hecho, llevo dos o tres años escribiendo un libro sobre Barcelona para una editorial alemana.
¿Tiene título?
Quería llamarlo Fins ara (Hasta ahora), porque en alemán no existe la expresión. Me gusta mucho, es como no despedirse, pero no sé si lo van a aceptar. El libro es un paseo largo desde la mañana hasta la noche en el que hablo de esos rincones escondidos, de gente especial que he conocido. Una declaración de amor a la ciudad.
FUENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario